La alimentación
y el verano

caminar

Una buena alimentación puede contribuir a mejorar tu piel, tu sistema inmune y tu salud en general.

Alimentos para hidratarte
La deshidratación puede ocasionar una alteración en el balance de los electrolitos o de sales minerales. Por eso, es de extrema importancia beber suficiente agua, aproximadamente 2 litros diarios. La ingesta de líquidos no solo se obtiene a través del agua, una muy buena forma de poder garantizar esta cobertura puede ser a través de caldos fríos, lácteos, infusiones, e incluso a través de las frutas. Además, a aquellas personas que les cueste beber agua pueden añadirle saborizantes naturales o rodajas de limón, pepino y naranja.

Una dieta rica en nutrientes
En verano, es habitual que se prioricen los alimentos rápidos y fríos, e incluso que se disminuya la ingesta de determinados alimentos debido a la falta de apetito. A consecuencia de ello, se puede producir una pérdida de peso o un escaso aporte de nutrientes y de energía. Te recomendamos incluir:
• Verduras de temporada: zucchini, calabaza, cebolla, lechuga, pepino, rábano, remolacha, tomate y zanahoria.
• Frutas de temporada: sandía, melón, ciruela, cereza, frambuesa, palta, banana.


Alimentos que protegen la piel
Betacarotenos
Se encuentran en las verduras, las hortalizas y las frutas de temporada, que tienen un color verde, amarillo y naranja. La importancia de los betacarotenos reside en que se convierten en vitamina A, que es muy beneficiosa no solo para la piel, sino también para la vista y los huesos.
• Verduras y hortalizas: Espinacas, lechuga, acelgas, apio, coles, berros, judía verde, calabaza, zanahoria y maíz.
• Frutas: Palta, naranja, mandarina, melón y mango.


Vitamina C
Es un magnífico antioxidante, que además ayuda a fortalecer el sistema inmunitario. Aunque es muy popular por su protección frente a los resfriados, también propicia la formación del colágeno.
• Verduras y hortalizas: Pimiento (especialmente el rojo), perejil, espárragos, brócoli y coliflor.
• Frutas: Naranja, mango, kiwi y fresas.


Vitamina D
Ayuda al correcto funcionamiento del sistema nervioso, muscular e inmunitario, y además tiene funciones antienvejecimiento. Se consigue a través de la exposición solar y con la ingesta de pescado azul, como anchoas, caballa, sardinas y salmón, entre otros.

Vitamina E
Ayuda a reforzar el sistema inmune y se encuentra en el aceite de oliva, las semillas de soja y girasol y los frutos secos.

Minerales, como selenio y zinc
Proporcionan un efecto antioxidante y están presentes en la nuez, los cereales integrales y las semillas, entre otros alimentos.